Los recursos hídricos y su impacto entre sectores de consumo y las empresas agroindustriales en la Región Lima, año 2015
Resumen
Las encuestas de campo concluyen que el agua es un líquido elemento esencial para la supervivencia de todas las formas conocidas de vida en este planeta. Del mismo modo es de vital importancia para la supervivencia del recurso natural existente y para la supervivencia del planeta en general, a pesar de su importancia el agua, no ha sido racionalmente empleada, por diversas razones entre las que se pueden mencionar la explosión demográfica y a la contaminación permanente, situación que hace prever que los problemas relacionados con el agua se convertirán, en cualquier momento, en violentos conflictos tanto entre regiones de un mismo país, así como entre naciones. En la región Lima, existen evidencias de que el tema del agua, es un asunto pendiente sobre su uso. Una gran mayoría de los encuestados están de acuerdo con que el uso del agua debe estar regulado para evitar conflictos. Por cuanto la crisis del agua va afectando gravemente las condiciones de convivencia entre comunidades, entre economías locales y regionales. Los encuestados manifiestan que no existe un trabajo adecuado del directorio de la Autoridad Nacional del Agua, mucho menos de las autoridades locales, municipales, regionales y representantes de las comunidades agrarias, mucho menos de los empresarios industriales. Los encuestados manifiestan que los conflictos sobre el uso del agua entre los usuarios y los industriales, es entera responsabilidad directa de las autoridades locales. La crisis del agua no es exclusivo de la región Lima del país, mucho menos nacional, sino es a nivel mundial. Que afecta de distinta manera a los actores vinculados al tema. Muchos conflictos se suscitan por la competencia desigual en el acceso al agua, por las deficiencias en su uso y políticas que suelen ser insostenibles. Por ello urge elaborar una agenda que responda a evitar los futuros conflictos por este líquido elemento. Los gobiernos del mundo, las organizaciones de la sociedad civil, intelectuales de prestigio y los políticos responsables, tienen la palabra.