Nivel de conocimiento sobre el aborto terapéutico en profesionales de la salud de los servicios de pediatría, ginecología y obstetricia en hospital II - 1 de Ica, Julio 2016

Abstract

La falta de conocimientos sobre el aborto terapéutico, que prevalece en los profesionales encargados de la salud sexual y reproductiva, es un obstáculo que limita la información que se brinda a las pacientes, llegando a recurrir a los abortos peligrosos. Al desconocer el significado y la legislación que tiene el país acerca del aborto terapéutico algunos profesionales pueden vincularlo al concepto general de aborto, muchas veces, percibido con una actitud desfavorable. Objetivo: Se realizó una investigación orientada a determinar las diferencias en el nivel de conocimiento sobre el aborto terapéutico en profesionales de la salud de los servicios de Obstetricia, Ginecología y Pediatría en el hospital de nivelII-1 de Ica, Julio 2016.Material y métodos: Se encuestó a 34 profesionales de salud entre Obstetras, Gineco-Obstetras, Pediatras, en un estudio de tipo observacional, relacional, transversal y prospectivo. Se aplicó un cuestionario de calificación sexagesimal (60) que aborda las dimensiones de Legislación, Motivos y Manejo del aborto terapéutico. Conclusiones: 1.-El 26.5% de los profesionales del hospital Santa María del Socorro nivel II1 obtuvieron calificación adecuada en relación la legislación del aborto terapéutico. El58.8% de los profesionales del hospital Santa María del Socorro obtuvieron calificación adecuada en relación a motivos del aborto terapéutico aceptados por la ley. Los profesionales obstetras y gineco-obstetras del Hospital Socorro tienen mejor conocimiento sobre el aborto terapéutico que sus homólogos pediatras, aunque las diferencias no son significativas. El promedio general sobre conocimientos del aborto terapéutico es de 43.9 equivalente a 73.1% no llegando al nivel adecuado de 80%. La media de conocimientos sobre el aborto terapéutico es similar en los profesionales obstetras y gineco-obstetras, y menor en los pediatras sin diferencias significativas según la prueba de Tukey.