El Peregrinaje y el goce de condiciones mínimas de protección para manifestar su Fe

Abstract

El hombre no solo es titular de derechos y deberes sino también es titular de libertades. Los derechos son las facultades o potestades inherentes al hombre por razón de su naturaleza, un derecho es la potestad que el ordenamiento jurídico reconoce a la persona, para que, dentro de su ámbito de libertad actúe de la manera que estime más conveniente a fin de satisfacer sus necesidades e intereses en sociedad; los deberes son entendidos como las responsabilidades que tiene un individuo frente a otro incluso frente al Estado y finalmente la libertad se define como aquella facultad que tiene el hombre para pensar y obrar según su voluntad respetando los derechos de los demás. En tal sentido, las libertades más conocidas del hombre son la libertad de tránsito, la libertad de expresión, la libertad de religión, entre otras. En el específico nos ocuparemos de la libertad de religión, es decir, la opción que tiene cada ser humano de elegir libremente su religión, de no elegir una, o de no creer o validar la existencia de un Dios y ejercer dicha creencia públicamente. Si no ejerce tal libertad, ello no genera mayor comentario, sin embargo si el hombre decide ejercerla, lo puede hacer de muchas formas, una de ellas es a través de la peregrinación; pero en tal caso, se deben brindar a las personas condiciones mínimas de protección a efectos de que puedan ejercer libremente su derecho. El peregrinaje está referido a los recorridos y viajes que realiza una persona desde un determinado punto hacia un santuario o templo en honor a la religión que profesa y a los dioses que sigue. La peregrinación es una muestra más del sacrificio que realiza el creyente en honor a sus dioses; ya que por lo general, los recorridos a seguir suelen ser largos y presentar dificultades en el camino. De tal modo, el mismo puede volverse un modo de demostrar devoción hacia el Dios del que se trate. En muchos casos, el peregrinaje es considerado el ejercicio de conexión con la deidad ya que en él, el creyente se encuentra a sí mismo reflexionando sobre su Dios. En tal sentido, quienes ejercen su libertad de religión a través del peregrinaje deberían gozar de condiciones mínimas de protección a fin de que puedan manifestar su derecho con plena libertad; sin embargo ello no resulta en la práctica, razón por la que se hace necesario establecer condiciones mínimas de protección como brindarles alojamiento, asistencia médica, seguridad, alimentación y garantizar que una institución les brinde la atención que requieran a fin de que sus derechos no sean vulnerados y los mismos puedan ejercer plenamente su libertad de religión y así manifestar su devoción hacia un ser superior. Ante esta realidad, en el Ordenamiento Jurídico Peruano, se hace necesaria la incorporación de una norma que otorgue condiciones mínimas de protección a las personas que deciden manifestar su libertad de religión a través del peregrinaje, ello a fin, no solo de regular circunstancias particulares sino también de otorgarles derechos básicos que les permitan expresar su devoción libremente sin preocuparse por tratar de satisfacer necesidades básicas en un lugar distinto a su domicilio real y muchas veces careciendo de recursos económicos.